miércoles, 31 de diciembre de 2014

Todas las cosas... no están

REQUISITO PARA LEER: Mírala... espera, no estoy seguro. Mi lado bueno intenta decirme que no sea malvado con este título, pero mi lado de 24 años me exige que sí, que Márgenes tiene otras pelis mejores. Jaja... es broma. Si puedes, mira este filme y saca tus conclusiones, lector. Qué sé yo, tal vez te gusta y te animes a hacer una segunda parte.


     Bueno, acá hay dos aristas. En primera, la directora se mata y remata por mostrarnos su ruta personal para seguir la huella de Harold E. Edgerton, ingeniero electrónico y creador del destello (flash) de las cámaras. Se explica un poco de esto último, de manera resumida, y queda bien. En segundo lugar, a modo de enseñanza, se recrean estancias interiores de lo que imagino sería la idea de la directora, llamémosle por su nombre, Teresa, de ese encanto que esconde Edgerton, que ella anhela conocer. La película es rara, con un mensaje o regularmente construido o tan complejo que mi mente no alcanzó a descifrar. Y con todo el cariño que le tengo a este festival, debo que esta vez si hubo un yerro en lo que se podía abarcar. Teresa Solar Abboud consiguió momentos esbeltos, encaminados eh, pero con el final terminó ella solita por descarrilarse (o, lo que también puede ser, no estoy en capacidad todavía de entender sus mensajes).


Me quedé fascinada.

     ¿Saben? El llamado hipster usa y abusa de cosas anticuadas, ¿no? Pues existe no sólo en la moda, sino también en los contenidos. Algo como lo que maldijo el personaje de Jorge Pellegrini en El mismo amor, la misma lluvia (1999) al ver su cuento tan esmerado convertido en un cortometraje, sobre el cual dice «un turro hizo la iluminación, y un borracho hijo de puta la cámara». Y queda mejor que bien lo que el director de ese truño alega «el arte no lo podés explicar, lo entendés, bien; no lo entendés, bien; te gusta, bien; no te gusta, bien; lo sentís, bien; y no lo sentís, bien; se terminó el debate». Ahí tienen lo que ocurre cuando... ¿cómo es? Mucho abarca el que poco aprieta. Exacto. Y esta tía, Teresa (porque es española eh), patinó en lo que podía haber sido un filme experimental alturado y complejo. Porque es complejo eh, pero tanto que vuela más allá del ritmo y el hilo conductual.

El gran vuelo... retrato de un silencio indómito

REQUISITO PARA LEER: esta peli es la ostia


opinion volada o afin lejanamente al term






opinion introductoria
se parece sennen jouyo

primer subtitlo
Esta peli blabla



segundo subtitulo
y aca viene lo de esta entrada



tercer subteehhh
Esta ocasion es propica para ilustrarnosds















la policia sospecha de amor lesbico... la catalogan: 
La roja es una mujer brutal, degenerada y enferma que debe ser exterminada. El marxismo las predispone a la crueldad y a la depravación. Es persona de malos sentimientos y siente odio por las personas afectas al glorioso movimiento nacional. En su casa se celebraban reuniones de hombres y mujeres. Gran propagandista de las ideas rojo-separatista. Izquierda furibunda. Propagandista del desnudismos y de las ideas marxistas. Mujer de muy mala conducta.

se mencionan nombre de las muertas...  en el Camp de la Bota,,, 11 mujeres fueron fusiladas ahí

clara es recluida en Les Corts


su sobrino albert pueyo va a verla 3 veces a sus 6 años... la 3ra vez su tia no esta, se dice que huyó... suplantando a una presa

los hombres van a la carcel La Model de barcelona...la evasión se bautiza como El gran vuelo...
esto pasa el 19/06/1943... libertad!!


sino de casandra... nadie cree a albert taza de que no son traidores ni vendidos

a la mama de albert pueyo a finales e los 40 la interrogaban de clara..

aracelly carrera dice que manuel le confeso q clara fue asesinada



Nosotros somos los eternamente sacrificados y no podemos ni debemos quejarnos. Hemos escogido libremente nuestro camino. Nadie nos ha obligado y ahora nos hace falta seguirlo hasta el final. Sólo seguimos nuestra ruta y los sufrimientos no nos asustan. Aunque alli en el fondo, en lo mas intimo de nuestro ser, la vida misma nos habla, nos dice que todavia somos fuertes, que la vida es para gozarla, que nueva juventud se va y no tendremos otra.
claro, agosto de 1941



Calificación
     Toca una parte que he aprendido a disfrutar... te da un toque clásico, el emitir un juicio absoluto sobre una creación

16.5

     Ya lo sabrán, pero lo pondré: la película realza el lenguaje cinematográfico tal cual, que viene a ser la imagen y el sonid

La compensación de la ausencia

     O lo que es lo mismo: el retorno imperioso tras una larga ausencia. El que hayan elegido a un pe



Ficha técnica
  • DIRECCIÓN, GUIÓN: Carolina Astudillo Muñoz.
  • ASESORÍA DE GUIÓN: Isa Campo.
  • MONTAJE: Georgia Panagou y Ana Pfaff.
  • ASISTENTES DE MONTAJE: Ana Ugarte, Francisco Rubio y Estel Roman.
  • VOZ: Sergi Dies y María Cazes.
  • MÚSICA: Diego Mune, Charlie Braesch, Charlie Sid, Claudia Cervenca, Karsten Hochapfel, Fanny Menegoz y Miguel Arcos.
  • SONIDO: Alejandro Castillo y Merri.
  • MEZCLAS DE SONIDO: Alejandra Molina.
  • CORRECIÓN DE COLOR: Miquel Sebastià y Ana Izquierdo.
  • INVESTIGACIÓN: Fernando Hernández Holgado y Carolina Astudillo Muñoz.
  • TRADUCCIÓN DE SUBTÍTULOS: Verónica Muñoz.
  • LANZAMIENTO: 2014.
  • PAÍS: España.
  • LENGUAJE: Español.
  • GÉNERO: Documental, drama.
  • DURACIÓN: 60 minutos.
  • ARGUMENTO: Durante la guerra civil española, en medio de los conflictos partidarios, una facción de la juventud de ese país se pone en pie de lucha contra los abusos descarnados del gobierno. El profes bababaaba ajajajdfdjfjdg jg gd gd jgd jgd jgdjgdj gdj gdj gdjgjdgjdg entonces, una luchaddsf fdfdfdfdfdkgggggggggggg dgdg dkgd kgd kd kgdskgeoekgeokgoekg fkddkfdkfdkfdkf.



El rostro... corporizar los anhelos evanescentes

REQUISITO PARA LEER: Mírala. Tal vez, como suelo decir, no la halles por ningún sitio de Internet, pero siempre puedes buscar estas cintas en negocios o puestos de venta de pelis independientes. Esta película la he visto complacido de inicio a fin (sobre todo al final), y me siento imperturbable ahora. ¿Ven lo que hace un buen filme? Pasa, viajero lector, y juzga mi paz.


     Los destinos turísticos siempre buscan darte como opción los parajes más recónditos y exóticos. Entre más alejado se hallen de cualquier enclave de la modernidad, más se encarecerá el precio para acceder a los mismos. Hay, en todo el planeta, lugares diseminados que evocan esa faz inexplorada de nuestro andar cotidiano; que por un momento nos absorben y nos hace retroceder a un tiempo donde sólo ese sitio primaba y las ciudades no existían. Pero nosotros y nuestras pasiones escondidas podemos crear un nuevo turismo: el íntimo. Donde con apenas pasar por un parque descuidado tenemos ante nosotros el escenario de nuestro primer beso; o mejor aún, sólo basta andar por un lugar olvidado, embebido en la soledad, para traer con nosotros a aquellos que fueron importantes alguna vez, y congregarlos alrededor nuestro. No importa que nadie más los vea, junto con nosotros compartirán meriendas, risas, anécdotas, y sobre todo, miradas.


Una reunión entre los que alguna vez fueron
con aquél que alguna vez les permitió ser.

     Hace tres años paseé por zonas aledañas al río Paraná. Junto a mi familia, visitamos el complejo de cataratas de Iguazú, una maravilla compartida por tres países, a saber, Argentina, Brasil y Paraguay. El tema con estas zonas es que uno ciertamente no puede parpadear, acostumbrado como anda a las arquitecturas del concreto. El camino para llegar a este lugar, tuvo escalas igual de magníficas, como refugios de aves y, por entero, todo el bendito recorrido en carro desde una terminal en Buenos Aires hasta Misiones, y de ahí cruzar el puente internacional Tancredo Neves. Recuerdo que también llegamos a visitar los hitos de las Tres Fronteras, y durante esos tres días de recorrido gozamos, como era de esperar, de momentos hermosos y casi perfectos. Al menos yo (el hotel brasileño en el que nos alojamos tenía unos platos de carta libre... que ni les cuento: riquísimos). Eh, como decía, visualmente me vi atrapado por cada sitio al que arribábamos. Hubo un accidente y se volcó un bote que acercaba a turistas a una de las cataratas, eso lo recuerdo. Descontando esta fatalidad (murieron dos visitantes), todo salió bien. Aún hoy quiero, no sé, como que poder volar y meterme a toda esa zona y recorrer sus orillas, conocer a sus pobladores, sus espectaculares vistas al anochecer y a la mágica luz del alba, o en la hora azul. Me mueve un amor a la sensación de vivenciar tan de primera mano, las maravillas reales de la Tierra. Paraná ha ganado hoy día un nuevo caudal de contenido gracias al filme de Gustavo Fontán. Quiero estar donde él estuvo, y tocar con mis manos el suelo y el río que le dio vida a esta historia de nostalgias imperiales (¡salud [con agua nomás] por Vallejo!).

martes, 30 de diciembre de 2014

Todas las cosas que no están... están.

REQUISITO PARA LEER: Mírala... espera, no estoy seguro. Mi lado bueno intenta decirme que no sea malvado con este título, pero mi lado de 24 años me exige que sí, que Márgenes tiene otras pelis mejores. Jaja... es broma. Si puedes, mira este filme y saca tus conclusiones, lector. Qué sé yo, tal vez te gusta y te animes a hacer una segunda parte.


     Bueno, acá hay dos aristas. En primera, la directora se mata y remata por mostrarnos su ruta personal para seguir la huella de Harold E. Edgerton, ingeniero electrónico y creador del destello (flash) de las cámaras. Se explica un poco de esto último, de manera resumida, y queda bien. En segundo lugar, a modo de enseñanza, se recrean estancias interiores de lo que imagino sería la idea de la directora, llamémosle por su nombre, Teresa, de ese encanto que esconde Edgerton, que ella anhela conocer. La película es rara, con un mensaje o regularmente construido o tan complejo que mi mente no alcanzó a descifrar. Y con todo el cariño que le tengo a este festival, debo que esta vez si hubo un yerro en lo que se podía abarcar. Teresa Solar Abboud consiguió momentos esbeltos, encaminados eh, pero con el final terminó ella solita por descarrilarse (o, lo que también puede ser, no estoy en capacidad todavía de entender sus mensajes).


Me quedé fascinada.

     ¿Saben? El llamado hipster usa y abusa de cosas anticuadas, ¿no? Pues existe no sólo en la moda, sino también en los contenidos. Algo como lo que maldijo el personaje de Jorge Pellegrini en El mismo amor, la misma lluvia (1999) al ver su cuento tan esmerado convertido en un cortometraje, sobre el cual dice «un turro hizo la iluminación, y un borracho hijo de puta la cámara». Y queda mejor que bien lo que el director de ese truño alega «el arte no lo podés explicar, lo entendés, bien; no lo entendés, bien; te gusta, bien; no te gusta, bien; lo sentís, bien; y no lo sentís, bien; se terminó el debate». Ahí tienen lo que ocurre cuando... ¿cómo es? Mucho abarca el que poco aprieta. Exacto. Y esta tía, Teresa (porque es española eh), patinó en lo que podía haber sido un filme experimental alturado y complejo. Porque es complejo eh, pero tanto que vuela más allá del ritmo y el hilo conductual.

lunes, 29 de diciembre de 2014

Lacrau... un mundo sin palabras

REQUISITO PARA LEER: Mírala. ¿De nuevo no sabes cómo hacerlo? Ni yo, si no fuera por Márgenes, imagino que ni sabría que existía. Pero vamos, esta cosa existe, y si te esmeras, la hallarás. Y hazlo, porque este filme vale oro, de veras. Dicho esto, pasa y léeme.


     En esta película, como si se tratase (confieso que acabo de buscar en Google si es «tratase» o «tratara») de una sin sonido, tiene entre sus momentos enteramente pictóricos, frases, carteles. En portugués, idioma original del filme, y gracias a Márgenes (o quién haya subtitulado esto), en español. Hay una frase que tiene por núcleo el vocablo que da título a esta producción significa «alacrán». ¿Saben qué es? ¿Es lo mismo decir sapo y rana? No. ¿Lo mismo pasa acá entre alacrán y escorpión? No. Según la sacrosanta RAE, son iguales. Pero me quedo con alacrán; fonéticamente, es parecida a «lacrau». ¿Por qué ponerle a algo esa palabra? Busco entenderlo y tras unos segundos apenas, concluyo que no entiendo un carajo. Entonces veo la sinopsis de esta peli en Márgenes, y me topo con el escorpión «busca la curva donde el hombre se ha perdido a sí mismo». Emprende entonces su diáspora personal. Y no vayan a pensar en O Alquimista (1988), escrita en mismo idioma que Lacrau. Esto es más que un viaje a medio construir mal planificado. Es un señor viaje con todo pagado y sin escalas a... lo que tienes arriba de ti. No el techo. El cielo. ¿Lo ves? Ocupa la otra mitad del espacio en el que pasarás (o pasaste) tus 365 días este 2014. Y es tu puerta más elemental a tu comprensión de la vida y de tu nexo con este planeta.


«Si la víbora escuchara, y el alacrán pudiera ver...
no habría quien escapara».

     Hace tiempo, años ya, vi Arjuna. Es un anime de finales de los noventa. Es diferente de lo que uno suele ver en el listado de cualquier escalafón. Es casi como Lain, otra joya de esos años. Los descubrí a ambos gracias a Locomotion. El punto es que el primer anime es especial debido a la propuesta de su historia, que intenta revertir la noción de que somos los humanos los responsables de la destrucción de la Tierra, y que podemos ser héroes de la misma si es que podemos. A los largo de sus, creo, 13 capítulos, se desarrollan aventuras de descubrimiento personal y también ecológico, global. Estas consideraciones quedan realzadas por la música, a cargo, vocalmente, de la preciosa Maaya Sakamoto. De veras que le tengo camote a esta mujer. Sufrí algo al leer que se había casado. Joder. Jajaja... pero, frustraciones aparte, es una buena cantante, de tono cándido, como una aparición élfica en medio de un bosque encantado, con alitas y vestido transparente, brilloso... vale, eso penúltimo iba a más tirado a otra cosa, pero igual. Bueno, ¿a dónde quiero llegar? A Lacrau. La primera joya (las otras son buenas, pero está es excelente) que me otorga Márgenes este moribundo año: una declamación magistral de amor por la naturaleza. Eso es. Puntual... y hermoso.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Carmita... o las maneras del crepúsculo

REQUISITO PARA LEER: Mírala. No tengo más nada que acotar. Eh, no se me ocurren frases ingeniosas tampoco. Entonces, lo mismo que la peli anterior... imagino que será difícil verla por Internet. Así que pasa y acomódate.

     ¿Ven ese cartel? ¿Ven el rostro de esa hermosa dama? Pues resulta que no fue ni un vándalo ni ningún envidioso el que hizo esas pintas. En realidad, no se puede acusar solamente a una persona. Porque es cierto que una mano ejecutó los trazos con un lapicero o plumón, pero como todo en la vida, las cosas son una suma de otras más pequeñas. En este caso, hubo personas que empujaron a este aparente grafitero de tendencia emo (lean lo escrito) a manchar el garbo y el encanto de esa imagen. No hay frustraciones de por medio, todo lo contrario, aceptaciones hidalgas. Valor y dignidad nunca perdidos. Tener eso te impulsa a ti mismo a manchar tu propia imagen, con dolor tal vez, pero con una posición diáfana respecto a lo que haces. Eso consiguió Carmita, la estrella, la actriz preciosa que hoy gana un leve brillo en el cielo gracias a Laura e Israel.


«No me digan que estoy guapa, por amor de Dios, no hay vieja guapa.
Las viejas son pellejo, ¿donde has visto una anciana guapa? Yo no he 
visto ninguna anciana guapa... me da rabia cuando me lo dicen».

     Este filme me he reencontrado con un viejo temor, porque lo conozco ya por una década, y actual, porque no hay día que no me deje. A ver si adivinan. Dejando eso de lado... recuerdo mis clases de Literatura en el colegio, cuando el profesor Luis Edgardo Yabar nos decía que habían tres tipos de vida según el padre del poeta español Jorge Manrique: la terrenal, la celestial y la fama. De la primera estoy seguro, es por ello que puedo escribir ahora; la siguiente, no siento que me competa, está fuera de mi alcance imaginar algo tan horroroso como la eternidad, es pesadillesco su sola concepción; y lo que fluctúa entre terrenal y divino, la fama. Siempre he pensado en Cervantes y me siento feliz. Si llegara a hacer algo tan significativo como él (su mágnum opus, ya saben cuál, es un pilar de la lengua castellana a nivel universal), seguro sería mencionado cinco siglos después de mi muerte. O como Newton. Esta película muestra la realidad de vivir con ocho décadas tras haber saboreado una de las tres formas de vida, la fama, y el quehacer natural de un ser humano que intenta darse todavía luz a sí mismo, porque nadie (ni su hija) busca hacerlo realmente. Va a programas en ocasiones, habla un poco, vuelve a casa y listo, a repetir el ciclo. Filmes así ayudan a mostrarte el sinsentido que es la vida en el fondo. Esto no lo hace Amour (2012), por ejemplo, en alusión a la temática. La de Haneke es una historia humana. Esta película, en cambio, es una penumbrosa.

África 815... removiendo las arenas del tiempo

REQUISITO PARA LEER: Mírala. Acá aludo y me expreso sobre toda la trama. Meh... en realidad, eso depende de ti, no es que te vayas a morir ni nada, así que si andas aburridón, dale, pasa (asumo que pelis como estas con DIFÍCILES de encontrar online).


     Hay un encanto siniestro en recordar. Sólo piénsenlo. Volver a épocas donde éramos felices. ¿Es bueno? Si es que en la actualidad somos desdichados, seguro ayudará a que le asignemos un sentido a la vida. Si somos felices ahora y es el pasado un monstruo feroz con el que no debemos cruzarnos jamás, se da una negación, nunca (pienso yo) una aceptación o adaptación total. Es parcial. El ser humano queda marcado y aunque se borre la huella, se crea un espacio indestructible donde antes existía una nada lisa y llana. Bienvenidos a un viaje con lo posible, pero no real; con lo que causa dudas, aunque no por eso dejaremos de hacerlo. Es el pasado, que siempre llevamos al bolsillo, el que nos da la temática de este primer filme. 
     Como esperaba, la selección de Márgenes no me ha decepcionado.


Es difícil trazar una línea recta sin una regla, 
o con una regla deteriorada.

     Soy un cinéfilo porque amo al cine. Y lo afirmo con la misma cándida intensidad con la que experimenté el primer enamoramiento hace mucho ya (¿seis años lo son?). Unos pueden decir que no lo soy, que como dice (decía, esas son secuencias antiguas; ahora [creo] han bajado su nivel) uno de los jubilados del programa vasco Vaya semanita, «aficionao, que eres un aficionao»; como fuere, ello me da igual, yo siento que lo soy. Cuando algo está recorriendo tu mente plácidamente y sin el menor asomo de incomodidad, es que te encanta que lo haga. Es decir, se le permite horadar y perforar y enterrarse en las fibras más íntimas de nuestro yo. Sea una persona, idea o producto (en este caso, las películas), nos ocurre: somos humanos, fatídicos y a veces brillantes. Pilar Monsell teje un homenaje, una reivindicatoria, una fiesta, una conmemoración de justicia, y hace partícipe a través de una cámara a su padre, a su pasado, a sus soledosas desventuras y a sus suspiros, de esta torre sin fin que es el mundo audiovisual. Soy cinéfilo a medias en cuestión de cifras: no me he visto un número sorprendente de pelis, eso denlo por hecho. Por eso respecto a un filme como este, tal vez no dé referencias o referentes, ni haga muchas analogías, que esto no es ni una crítica ni una opinión. Es el resultado del traqueteo de mis dedos a 10 para la 1 de la madrugada de un sábado 27.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Festival Márgenes 2014: el cine que debes ver

     Hay una canción que escuchaba de Evangelion. Estaba en YouTube. Y sí, hablo de pasado, ya que hoy al buscarla para ponerla de fondo mientras escribo esto... sorpresa navideña: la han borrado. Así es. De por sí, eso me predispone a estar un tanto de malas. Pero solo un tanto. No tengo la palabra precisa, pero me puedo sentir mejor de lo que ya ando si es que escuchara ese tema. ¿Que cuál era? Uno llamado «Thanatos», o algo así. Simplemente un día di con él, lo escuché, lo guardé en mi cuenta, en una lista de reproducción, y ahí estaba siempre. Durante meses... hasta ahora. Pero en fin, lo importante es que la hallé de nuevo. Oh sí, pero dentro de un video que dura una hora y que no contiene sólo este tema, sino un compilado de 25 canciones de la banda sonora del anime. Está por el minuto 30. Algo es algo, ¿no?


     Ahí lo tienes: el cine de todos esos países confluye el último mes del año para darte la oportunidad de virar en la ruta cinemera que has tenido todo este 2014. Cédeles tu carril, y observa uno de los cines más transparentes (esto es, lo que te nace del corazón) hechos jamás. Malos, excelentes, o truños totales... hay de todo, seguro, pero no es excusa. Adelante, este es «Márgenes, cine español al margen».

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Perro Guardián, pasajes de un responso pasional

REQUISITO PARA LEER: Mírala. Hablo de toda la trama, así que lee bajo tu riesgo.
REFERENCIAS (igual, MÍRALAS PRIMERO): Taxi Driver, LéonThe MasterJagten, Drive y L.A. Confidential.


¡Yo no soy tu hermano, Judas de mierda!


       Por favor, un aplauso. El cine peruano (a mi ver) está mejorando.

     Este 2014, las propuestas han ido disparándose en todas las direcciones posibles de la ficción cinematográfica: drama, comedia, y terror, los tres emblemas básicos de cualquier conjunto fílmico (y para mí el primero mayor en grado), de los cuales afloran mil y un ramas más. Empezó con El vientre, de Daniel Rodríguez, filme que vi en un pasado ciclo de cine peruano que hubo en el Museo de la Nación (creo que fue en julio o junio). A partir de ahí, una hilera de funciones de bandera fueron turnándose en el cruel mundo de la exhibición nacional. En esto incluyo a las otras provincias del Perú (Lima es apenas una de tantas), aunque bien es sabido que una película hecha en Huancayo, por ejemplo, se anuncia amenamente en los alrededores de esa ciudad y muchas veces no llega a tener eco acá en Lima, o al menos lo hace tiempo después en diversos centro culturales como parte de un ciclo regional. Según mi parecer, todo un despropósito en lo que respecta a hermanar la actividad del cine en este país. Debería haber mayor cabida o posibilidad de que una película de cualquier departamento se vea en multicines o cadenas de la metrópoli también. Así es como se mantiene la brecha entre el mencionado cine regional (denominación existente y en boga que agrupa a todo lo ajeno a la capital) y pues, el cine... ¿limeño? No. Nadie lo dice así. Solo cine peruano a secas. Pero no olviden que acá esto del sétimo arte va de Tumbes a Tacna.

martes, 11 de febrero de 2014

¿Reinicio?

Me siento Pelegrini. Tanto que busqué en Google ahorita si su nombre se escribe con una o dos eles. Y bien, es así: Pellegrini. Hace menos de dos semanas vi El mismo amor, la misma lluvia (1999) de Jose Luis Campanella (esta si la sabía... me refiero a sus eles). Una película postergada durante ufff, casi tres años, desde el 2011. Empiezo así para ilustrarles con este personaje, Jorge Pellegrini, uno entrañable para mí, ideal, genial y un largo etcétera, que quiero escribir. Es mi pasión escondida. Es mi poder oculto. No sé. Tan pueril o fantasioso como suene. Y no de lo que sea. Sino de cine. Así es, escribir de las películas que veo. Este blog empezó con una intención distinta y se fue bien al carajo en ese propósito. Pero ahora puedo retomar algo de esa esencia cinéfila y plasmarla en... ¿críticas? ¿comentarios? No sé, pero lo claro, lo que sí tengo bien en claro es que si veo una peli quiero opinar de ella. Y pues, por mi aura antisocial o mi mala suerte, no hallo a nadie con quien hacerlo. Intercambiar impresiones y sentimientos de un filme es acaso como hablar de la naturaleza. Una película bien lograda es natural, es un despliegue humano de fuerzas expuestas en un soporte digital o fílmico que da cuenta de un esfuerzo personal ordenado. Y eso, se percibe natural. Por más que todo sea actuado y así. Lo es para mí.

Qué más puedo decir...

Una vez más, el triunfo de la esperanza sobre la experiencia...

Escribo con la música del filme antes mencionado como fondo. Emilio Kauderer su compositor. Excelso. Preciso. Todo en conjunto se mezcla bien con cada plano y situación de la cinta. Es la 1 y 33 de la tarde el martes 11 de febrero de 2014. Desde la última entrada ha transcurrido buen tiempo, ¿eh? Tengo en mi cajón algo de treinta discos de pelis. En mis devedés quemados, como archivos de datos, algo de setenta y cinco más. Básicamente, desde que me picó de manera oficial el bichito del cine, allá por el 2010, he visto una cantidad chistosa de películas. Eh... una que otra en línea, o descargadas y luego borradas también. Cuenten desde ese año hasta ahora. Y sí, lo sé, es una cifra desastroza. Podría haber visto bien cinco o diez veces (y no exagero) el número ahí citado. Como un plato de arroz a la cubana. Afuera el Sol está bárbaro, a lo argentino. Y es que en marzo de 2011, cuando anduvimos por Buenos Aires con la familia, el gringo de arriba mostró ser un reverendo hijo de puta. Y sí, Darín pega, su forma de hablar (que no solo vi en esa peli sino también en El hijo de la novia [2001], Nueve Reinas [2001], Luna de Avellaneda [2004], El aura [2005], El secreto de sus ojos [2009], Un cuento chino [2011], Tesis sobre un homicidio [2013]) pega. Y sí, che, el dejito ese, ¿viste?, es una cosa impresionante.

Acá arrancamos.

Desde hoy escribiré, compromiso a título personal, un artículo por cada filme que vez desde ahora. Lo puntuaré del 1 al 20, tal como en las escuelas de mi país, Perú. No hay jalados y aprobados. Solo es una valoración íntima, mía. Pondré la ficha técnica, una carátula o póster oficial del filme y el resto de la entrada será contenido mío. Incluso, ya que serán pelis que haya visto, haré capturas de escenas que yo elija y las colocaré acá. Simple y llano. No sé hasta donde llegue con esto. Lo cierto, sin duda, es que ya arranco hoy: ando viendo Short Term 12 (2013) de Destin Cretton (y sí, acabo de buscar el nombre del director ahorita, no me lo sabía...). Parece, por el vistazo rápido que acabo de echar, que es segundo largo. Que ya tenía otros cortos. Pero eso, tal vez, lo mencione en la entrada correspondiente a ese filme, la siguiente.  Digo tal vez porque en sí mi médula de contenido será el interior de la cinta y alguna que otra referencia de sus realizadores. Y sí. Ese es mi estilo. Por cierto, me causa risa el título de su prime filme, I Am Not a Hipster. Ser un hipster es una noción divertida para mí. Es como ver a una ardilla con lentes y cámara tomándole fotos a nueces y luego yéndose a buscar más, pero no para comerlas. No sé. Pero me da gracia.

Venga, venga. Ya no más de esto. Empiezo. Voy en el minuto veinte de esa peli que me bajé por Cuevana. Cuando la termine, arranco este compromiso con usted, quien quiera que seas, y conmigo. Por mejorar mi prosa y mi cultura cinematografica. ¡Y vamos!